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El día sábado 9 de abril, PAVA tuvo la oportunidad de darle la bienvenida nuevamente a Patricia Rojas Zambrano, quien visitó por segunda vez a la comunidad de Paxixil, Chimaltenango. Gracias al apoyo del colectivo IEATA , Patricia impartió la segunda parte del taller que había comenzado en enero del año pasado, 2015.

Se llevó a cabo durante la mañana en la colorida Comuniteca en Paxixil. Al abrir la puerta se encontraban, alrededor de un círculo, un grupo de mujeres con quien PAVA ha trabajado ya por un tiempo. La actividad inició haciendo referencia a la energía del día según el calendario maya, Ixumil Ajquejay, originaria de Tecpán realizó la actividad de bienvenida.  En medio de la luz de las velas las chicas recibieron energías positivas.

Luego de ese cálido inicio, la actividad continuó con Patricia retomando el tema de los “libros de historias”. En el encuentro pasado, todas las integrantes del taller realizaron un pequeño libro utilizando las artes expresivas, en este contaban sus historias personales, colocaban palabras de motivación y esperanza y se expresaban artísticamente para darles un toque personal. Fue un momento especial cuando Patricia les comentó que traía sus libros de vuelta. Cada libro le dio la vuelta al mundo hasta llegar a Hong Kong. Estando allí, fueron enseñados a un grupo de mujeres que a su vez hicieron el suyo propio para mandárselos a las chicas de Guatemala.

Fue un momento muy conmovedor. Los mensajes de mujeres desconocidas, viviendo otras realidades del otro lado del mundo, fueron muy personales, alentadores, solidarios y cariñosos. Las sonrisas abundaron, cada chica recibió un regalo, un empujón esperanzador para seguir adelante con sus sueños y objetivos. Se creó un ambiente donde las distancias se acortaron y esta esencia humana se compartió y disfrutó.

Oddy, una de las promotoras de la Comuniteca de La Loma, compartió: “Estos encuentros me hacen revalorizar mi trabajo, me doy cuenta que estoy cumpliendo mis objetivos con mis niños. Me siento muy satisfecha. Me dan fuerzas a seguir cumpliendo mis metas”. Cada una de las chicas mencionaba palabras como comodidad, seguridad y satisfacción. Cada una de ellas es un agente de cambio en su comunidad y en la vida de los que las rodean. El taller continuó con una actividad artística, donde a través de los ejercicios impartidos, las chicas se dejaban llevar por sus capacidades creativas y expresivas dentro de un espacio lleno de respeto y aceptación.

La actividad concluyó con la construcción de un cofre especial para resguardar sus libros, los mensajes de solidarios, la vela como símbolo de luz, etc. Este se convirtió en un  objeto cargado de cariño y esperanza. Gracias al apoyo de Patricia y todos los integrantes del taller, los lazos que intenta crear PAVA a través de las promotoras se refuerzan y la misión de desarrollo personal y comunitario sigue avanzando.